Dinero y Salud Mental: Cómo Gestionar Problemas Económicos

28 Sep ‘22
7 min
Hábitos saludables
Arianna Freni
Revisado por psicólogo/a Madelief Falkmann
financial struggles
Quizás te sorprenda, pero la salud mental y las dificultades económicas suelen estar muy conectadas. Aunque a muchos de nosotros nos preocupa el dinero de vez en cuando, el estrés financiero puede convertirse en algo serio si llega a afectar nuestro funcionamiento diario.

 

Resolver los problemas de dinero puede sonar abrumador, pero cuanto antes empieces a pensar en ello y a tomar medidas, más fácil te resultará recuperar el control de tu vida. 

 

El vínculo entre las dificultades financieras y la salud mental 

 

Según la revista Forbes, el bienestar financiero es esencial para nuestro bienestar general y nuestra tranquilidad. Así que, si tu economía te preocupa, entender el vínculo entre las dificultades económicas y la salud mental te será útil. 

 

 “Podemos ver nuestros recursos cognitivos como una batería llena de energía específicamente para el uso mental”, explica el psicólogo Paul Hessels. “Sin embargo, como cualquier otra batería, la energía es limitada y necesita recargarse. Las personas estresadas suelen tener menos energía disponible, y cuantos más problemas económicos tengan, más energía gastarán y menos tiempo y espacio tendrán para cumplir con sus obligaciones. Esto dificulta aún más su funcionamiento y crea nuevos problemas, por lo que se forma un círculo vicioso”. 

El estrés financiero es una forma de malestar emocional estrechamente relacionada con el dinero. Por ejemplo, cuando a causa de bajos ingresos no puedes satisfacer tus necesidades. Cuando el estrés financiero se vuelve (más) intenso, puedes experimentar consecuencias negativas en tu salud mental y física. 

 

De problemas económicos al estrés y la ansiedad…

 

Las dificultades financieras son una causa común de estrés y ansiedad. Se trata de una respuesta natural cuando uno no puede permitirse las cosas que realmente necesita en su vida, como la vivienda, la comida, la calefacción o tratamientos como la medicación o la terapia. Los problemas de dinero también pueden afectar a la vida social y a las relaciones, ya que puedes sentirte solo, avergonzado o culpable por necesitar apoyo. 

 

Cuando nuestra integridad peligra, nuestro cerebro está programado para pasar a “modo de acción” y así preservar nuestro bienestar. Antiguamente, esto era estupendo, ya que este estado de alerta preparaba nuestro cuerpo para luchar o huir (por ejemplo, huyendo de un oso) y así garantizar nuestra seguridad y la de nuestros seres queridos. 

 

Hoy en día, tenemos la misma reacción ante un peligro, pero las acciones necesarias para escapar de las luchas financieras requieren un compromiso diferente al de escapar de un oso. Esta forma de activación crónica suele provocar cambios de comportamiento y síntomas físicos como ansiedad y depresión, dolores de cabeza, problemas de sueño y otros problemas relacionados con el estrés.

 

…del estrés y la ansiedad a los problemas económicos

 

Los síntomas habituales de los problemas de salud mental, como el aumento de la impulsividad, la dificultad para prestar atención y los déficits de memoria, dificultan la gestión financiera. Por ejemplo, puede resultarte más difícil tomar decisiones sobre presupuestos y gastos, lo que aumenta la probabilidad de sufrir dificultades financieras.

 

Además, cuando tus recursos cognitivos se agotan, es mucho más difícil decir no a la tentación. Es posible que compres cosas que no necesitas para sentirte mejor y arrepentirte después. 

 

“Piensa en un día muy largo de trabajo en el que hayas tenido que utilizar toda tu capacidad intelectual”, señala Paul. “¿No es mucho más probable que pidas comida rápida en lugar de prepararte tu propia comida saludable después de un día así, en comparación con un día en el que tuviste tiempo para relajarte?”.

 

A menudo, si ya estamos estresados y no estamos en buena forma financiera, somos propensos a tomar decisiones financieras que no nos benefician. 

 

¿Cómo afrontar mejor los problemas financieros?

 

Para sentirte dueño de tu vida y crear una situación más estable, es importante que aprendas a gestionar tus finanzas y a lidiar con la tensión financiera. Sin embargo, para que tengas los recursos cognitivos y la mentalidad adecuados para afrontar este reto, es conveniente que también intentes reducir tus niveles de estrés.

 

A continuación te ofrecemos algunos consejos que puedes poner en práctica para sobrellevar mentalmente las dificultades financieras:

 

1. Déjate ayudar

 

Es probable que tengas la tentación de intentar resolver tus problemas económicos por tu cuenta. Quizá quieras evitar molestar a los demás o pienses que son asuntos privados. Y aunque revelar tu salario o abordar este tipo de preocupaciones puede resultar incómodo, retrasar las cosas sólo aumentará tu estrés. Hablarlo con alguien de confianza, como amigos y familiares, puede aliviar tu carga y relativizar los problemas. 

 

Además, hablar sobre tu situación con un asesor experto te puede ayudar a poner las cosas en perspectiva y a identificar posibles soluciones. Muchas organizaciones ofrecen asesoramiento financiero gratuito, ya sea para la gestión de la deuda, la elaboración de presupuestos, etc (consulta la sección de enlaces más abajo). 

 

Pedir ayuda para salir adelante es un acto de fuerza y de cuidado, tanto para ti como para tus seres queridos. 

¿A quién puedo dirigirme?

Si tienes problemas económicos y esto te provoca distrés, hablar con un profesional o con un servicio de asesoramiento te puede ayudar. A continuación enumeramos algunas instituciones de apoyo que están disponibles en España y que pueden orientarte en este aspecto: 

 

  • Asociación de afectados por la deuda 
    • https://asociacionafectadosporladeuda.org
  • Calma financiera 
    • https://calmafinanciera.com
  •  Finanzas para todos 
    • https://www.finanzasparatodos.es

2. Agenda una cita con tu rumiación

 

Cuando estamos preocupados, la rumiación es un comportamiento humano muy natural. Es la forma que tiene nuestro cerebro de asegurarse de que estamos pensando en una solución. Sin embargo, no todos los aspectos de nuestra vida están bajo nuestro control.

Si tienes problemas económicos, puede ayudarte hacer la siguiente clasificación:

 

  • Cosas en las que tengo influencia directa 
  • Cosas en las que tengo influencia indirecta
  • Cosas que no puedo controlar

 

Para este ejercicio, echa un vistazo al círculo de preocupación: 

 

Nuestro cerebro está programado para arreglar incluso las cosas que no podemos controlar. Sin embargo, esta forma de rumiación es agotadora si nos atascamos en ella.

 

Intenta elegir conscientemente para ti un momento específico del día en el que te permitas rumiar, con toda la intensidad que puedas, aquellos aspectos sobre los que no tienes control. Limítate a un máximo de quince minutos. 

 

Si notas que tus pensamientos vuelven a esos asuntos incontrolables durante otros ratos del día, sólo tienes que decirte a ti mismo: “Ahora no, ya tengo mi momento de rumiación. Ahora puedo poner mi atención en otras cosas”.

 

3. Adopta un estilo de vida saludable

 

Como acabamos de comentar, es mucho más difícil mantener unos hábitos saludables cuando uno se encuentra estresado. Sin embargo, mantener una buena rutina para tu bienestar vale mucho la pena. Inténtalo: 

 

  • Mantener una dieta saludable
  • Hacer suficiente ejercicio
  • Estructurar los días
  • Mantener un buen ritmo de sueño
  • Evitar el alcohol y las drogas
  • Relajarse y realizar actividades que alivien el estrés

 

No obstante, no seas demasiado duro contigo mismo. Si has tenido un día largo y te apetece quedarte en el sofá viendo Netflix, date el gusto. El mundo no se derrumbará si te das un respiro. Sólo asegúrate de que no se convierta en un hábito. 

 

4. Practica o prueba el mindfulness

 

El estrés suele surgir de los pensamientos sobre las cosas que podrían ir mal. Utilizando técnicas de reducción del estrés para reducirlo se mejora la calidad de vida, tanto mental como física. 

 

Las técnicas de atención plena, como la respiración profunda y la meditación, ayudan a calmar la ansiedad. Prueba nuestra meditación de respiración guiada para calmar tu sistema nervioso. 

 

Conclusión 

 

Si sientes que el estrés sobre tu situación financiera te supera, es importante que busques apoyo. Compartir tus preocupaciones con amigos y familiares de confianza te puede ayudar a reducir el estrés y a sentirte menos aislado. 

 

También puedes intentar asistir a un grupo de apoyo para personas que luchan contra el estrés financiero. Si después de unas semanas sigues sintiéndote preocupado, ansioso o decaído, busca ayuda profesional. Hablar con un psicólogo te ayudará a identificar estrategias concretas para sentirte mejor.