Los Beneficios del Mindfulness y Cómo Aplicarlo

14 Jul ‘21
4 min
Mindfulness
Jan Helder

El mindfulness parece ser el remedio para nuestras vidas ajetreadas: Menos estrés, menos preocupaciones y la capacidad de vivir en el momento presente. Pero, ¿qué supone su práctica?

 

Nos pasamos la vida corriendo, saltando, volando, tirándonos de cabeza y cayéndonos. Después, nos levantamos y volvemos a empezar. O, dicho de otra forma: estamos siempre increíblemente ocupados. Constantemente pensando en el futuro. Rodeados de innumerables estímulos. Siempre listos para pasar a la acción.

 

Parece que se ha vuelto nuestro modo de vida normal, pero las personas no estamos hechas para vivir a este ritmo. Y eso hace que muchos de nosotros acabemos teniendo problemas de concentración, desasosiego, poca paciencia, fatiga, sueño alterado, tensión alta, dolor (crónico) y una amplia variedad de otros síntomas relacionados con el estrés.

 

¿Por qué practicar mindfulness?

 

Si dejas un motor en marcha constantemente, al final se recalentará. Si te olvidas de cargar el teléfono, dejará de funcionar. Todo eso suena lógico; sin embargo, tendemos a pensar que nosotros podemos seguir y seguir. Si pensamos en lo ocupadas que están nuestras vidas, el mindfulness es particularmente importante.

 

El mindfulness reduce las hormonas del estrés y la tensión de tu cuerpo. También le da a tu cerebro la oportunidad de recuperarse. Las personas que practican el mindfulness con regularidad se adaptan mejor a los cambios, tienen mejor memoria y se les da mejor gestionar las emociones complicadas. El mindfulness es una inversión que mejora tu calidad de vida, aunque se necesita tiempo y paciencia para aprender a practicarlo.

 

 

¿Qué implica el mindfulness?

 

El mindfulness es una forma de centrar tu atención para ser plenamente consciente de tus experiencias en cada momento. La psicóloga de OpenUp Jasmín Eerenberg explica: «Cuando practicas el mindfulness, no piensas en el pasado ni miras hacia el futuro. Prestas plena atención a lo que ocurre aquí y ahora. Observas lo que surge, pero intentas evitar juzgarlo. No te dejas llevar por las historias que inventa tu cerebro».

 

El mindfulness tiene sus orígenes en la psicoterapia. Surgió en los Estados Unidos en 1979 de mano del biólogo molecular
Jon Kabat-Zinn, que desarrolló su método. Básicamente, el mindfulness es una filosofía de vida que puede enseñarse, por ejemplo, en forma de un programa estándar de ocho semanas de duración. Puedes empezar a practicar el mindfulness en cualquier momento del día mediante una variedad de ejercicios prácticos y de meditaciones.

 

¿Cómo se practica el mindfulness?

 

«Mindfulness» es un término que se utiliza para un amplio rango de habilidades que te permiten centrar tu atención de manera abierta, curiosa, considerada y flexible. ¿Cómo puedes hacerlo?

 

«Por encima de todo, tienes que darte tiempo y no exigirte demasiado», aconseja Jasmín. «Empieza por cosas pequeñas. Como cualquier otra habilidad, tienes que practicar continuamente si quieres dominarla.
No hace falta que medites durante horas cada día; puedes entrenar tu atención solo mediante algunos minutos, centrándote en lo que ocurre a tu alrededor».

 

En este sentido, el mindfulness es más bien una forma de vida. Jasmín: «Cuando hablamos de la práctica del mindfulness, a veces nos referimos a ejercicios formales de meditación, como la observación de la respiración o el escaneo corporal. Pero hay infinitas formas de practicarlo. Por ejemplo, puedes intentar comer prestando atención a cada bocado, o fijarte en lo que te rodea mientras montas en bicicleta».

 

¿Qué puedes hacer ya para vivir con más mindfulness?

 

Todo está relacionado con la consciencia y con la práctica, pues la práctica hace al maestro. Pero no resulta fácil cuando tienes la cabeza llena de pensamientos que a veces pueden ser realmente persistentes.

 

Jasmín: «Las sesiones de mindfulness de OpenUp son una estupenda y accesible manera de empezar. Te permiten experimentar y practicar el mindfulness gracias a la orientación de tu psicólogo».

 

Para terminar, Jasmín quiere compartir algunos consejos prácticos que puedes usar para empezar hoy mismo. Prueba a hacer estos ejercicios cada día durante la próxima semana y observa lo que el mindfulness puede hacer por ti:

 

Tres minutos de respiración profunda

 

Cada día, a una hora concreta, haz este ejercicio: céntrate en tu respiración durante tres minutos.

 

Presta toda tu atención a una actividad diaria

 

Elige una actividad de tu rutina diaria, por ejemplo, lavarte los dientes, subir las escaleras, secarte tras la ducha, lavarte las manos, etc. Presta especial atención mientras haces la actividad durante una semana.

 

Practica el mindfulness mientras comes

 

Presta toda tu atención al primer bocado de cada comida y utiliza todos tus sentidos. Para ello no debes leer el periódico mientras comes, ni mirar el móvil, ni ver la televisión, ni estar pensando ya en el siguiente bocado.

 

Sé consciente de cuándo tienes pensamientos negativos

 

Durante una semana, sé especialmente consciente de los tres pensamientos negativos automáticos más comunes que tienes. Identifícalos («este es uno de ellos») y clasifícalos («no es nada más que un pensamiento»).

 

Escribe en tu diario de gratitud

 

Al final del día, reflexiona sobre «tres cosas buenas que ha tenido el día» y da las gracias por ellas. Antes de acostarte, anota tres cosas positivas que hayan ocurrido. Pensar en las cosas positivas al final de cada día te hace más consciente de las cosas buenas de la vida en el momento en que suceden.

 

Da el primer paso hoy, apúntate a una sesión de mindfulness aquí.