El psicólogo Jasmijn Eerenberg nos explica en este post cómo encontrar el equilibrio entre preocuparse por el bienestar de los demás y cuidar de uno mismo.
¿Qué caracteriza a una persona complaciente?
Todos somos diferentes. Sin embargo, hay algunas características generales que encajan en el perfil de las personas que siempre tienden a ayudar.
“A la gente complaciente le encanta ayudar y se suelen sentir responsables del bienestar de los que les rodean. Además, les gusta satisfacer las expectativas de otros para parecer amables y evitan el conflicto a toda costa”, explica Jasmijn
“A muchas personas les resulta difícil decir ‘no’ porque les hace sentir culpables o les asusta decepcionar a los demás”. Hasta cierta medida, estos rasgos de carácter son positivos.
“Pero si tu bienestar se ve afectado, pueden resultar una trampa”, dice Jasmijn. Esto ocurre cuando por estar preocupado por complacer a otros te olvidas de cuidarte a ti mismo. A veces pasa de manera inconsciente.
Muchas personas, especialmente las complacientes, no se paran a pensar qué necesitan ellas en primer lugar. Esto significa que su respuesta automática es adaptarse a lo que otros desean.
Porqué las personas complacientes te apoyan en todo
“Grosso modo, vivir de manera sana consiste en encontrar el equilibrio entre el esfuerzo y la relajación”, indica Jasmijn. “Tu cuerpo es como una batería. Si consumes energía necesitas tomarte el tiempo necesario para recargarte”.
Si te enfocas en actividades que implican mucha energía es possible que pierdas tu equilibrio. Por eso es importante ponerte a ti en primer lugar y hacer planes que te carguen las pilas.
“Vivimos en una sociedad muy dinámica. Mucha gente siente que no tiene control sobre lo que ocurre a su alrededor y esto provoca una sensación de desamparo”, continúa Jasmijn.
Pero cuando piensas sobre ello detenidamente, hay muchas cosas sobre las que podemos ejercer nuestra influencia. Puedes decidir si quieres hacer deporte o descansar después del trabajo; o si prefieres leer una hora todas las mañanas, empezar el día con un paseo o tomar una taza de café mientras lees las noticias.
Si comienzas a ser más consciente de los aspectos sobre los que puedes decidir y actúas de manera proactiva en vez de reactiva, reducirás el sentimiento de falta de control y estrés. De esta manera aumentas tu autonomía y resiliencia.
¿Cómo saber que ha llegado el momento de cambiar?
“El primer paso es reconocer que eres una persona que tiende a complacer a todos”, dice Jasmijn. Después puedes observar cómo esto afecta a tu vida, de manera positiva y negativa. Si tu conclusión es que tu bienestar se está resintiendo, entonces sabes que es el momento de hacer un cambio.
Jasmijn recomienda que examines los pros y los contras de tu comportamiento actual y del que deseas tener. De esta manera puedes ver cómo tu nueva forma de actuar te aporta energía en vez de exprimirte, en el corto y el largo plazo. “Así ganas una mayor perspectiva sobre los motivos que te llevan a cambiar tu comportamiento y podrás continuar con el proceso”.
Intenta completar la tabla de abajo: