Conciliación Familiar para Padres Primerizos

3 Oct ‘22
6 min
Hábitos saludables
Nicolas Maréchal
working dad
Tener que compaginar la crianza de un recién nacido y las obligaciones profesionales por primera vez puede ser un reto, tanto física como mentalmente. Por eso, aplicar algunos principios básicos de salud psicológica a la vida cotidiana puede ser un salvavidas. A continuación te damos nuestros consejos.

 

Lo has esperado pacientemente durante nueve meses, tu mentalidad probablemente ha cambiado porque sabes que un gran cambio de vida se acerca: nuevas responsabilidades, menos tiempo para ti, sueño alterado, una pareja que se reinventa, etc. Y, al mismo tiempo, tienes que seguir llevando una vida profesional. Son muchas cosas a la vez,  ¿verdad? 

 

Que no cunda el pánico. No eres el primero en pasar por esto, ni serás el último, y tú también vas a superar este reto. La palabra clave es auto-tolerancia, sin importar lo que la sociedad espere de ti según tu “rol de género”.

 

En uno de sus libros, la antropóloga inglesa Anna Machin describe la enorme disparidad en la forma en que los hombres de todo el mundo abordan la paternidad. En el pasado, se consideraba que el padre era un buen padre si garantizaba las “cosas importantes”, como la seguridad financiera y alimentaria, así como el apoyo básico en la educación. Pero hoy, la imagen del buen padre ha evolucionado, es más “polifacética” y abarca todo. Los padres pueden y deben ser capaces de ocuparse de todo. Sin duda, ¡la presión es grande!

 

“Querer estar presente en casa y en el trabajo al mismo tiempo es admirable, pero también puede ser peligroso”, dice Soesja Vogels. “Es una cuestión de equilibrio. Si tu objetivo final es tenerlo todo, puede que no lo consigas. No puedes detener el tiempo ni hacer que los días sean más largos. Puedes sentirte estresado si te sientes constantemente culpable por no dedicar suficiente tiempo al trabajo o a la familia. Esto también te costará tiempo y energía que no podrás dedicar a tus tareas laborales o a tu hijo”.

 

El camino al éxito en 6 pasos

 

Entonces, ¿cómo se puede afrontar? Aplicando unos sencillos principios básicos cada día, con confianza y amabilidad. Aquí tienes seis puntos que te ayudarán a hacer malabarismos con tus dos sombreros.

 

Transparencia con tus jefes

 

La comunicación es clave. Si sientes la necesidad de disfrutar de un tiempo precioso con tu bebé, debes informar a tus supervisores y compañeros. Juntos podéis elaborar la fórmula adecuada, una que te permita ser un padre presente sin dejar de ser eficiente en el trabajo. En definitiva, ¡un hombre realizado!

 

Un estilo de vida saludable

 

Tú lo sabes mejor que nadie. Adoptar un estilo de vida saludable cuando se es padre por primera vez puede ser ambicioso. La salud física y mental están estrechamente ligadas, así que sólo podemos aconsejarte que intentes establecer hábitos sencillos y saludables a diario. Come bien, intenta hacer ejercicio a diario (por ejemplo mientras paseas con el bebé), descansa siempre que puedas… Sí, ¡puedes (y podrás) hacerlo!

 

El tiempo de calidad como prioridad

 

De acuerdo, es más fácil decirlo que hacerlo. Pero establecer prioridades te ayudará mucho. ¿Ya las has identificado? Muy bien. A partir de ahora serán innegociables. Y harás todo lo que esté en tu mano para no descuidarlas nunca. ¿Por ejemplo? Marcar una rutina matutina para disfrutar de tu hijo y pasar tiempo con él para darle de comer, dejarle o recogerle en la guardería, bloquear sistemáticamente un hueco en tu agenda durante el cual no participarás en ninguna reunión profesional para ocuparte de tu familia… Las posibilidades son numerosas, ¡depende de ti! Este tiempo de calidad te dará el impulso que necesitas para afrontar tus obligaciones profesionales.

 

Trabajar de forma más flexible

 

Siguiendo en la misma línea, ¿quizás podrías considerar la posibilidad de ajustar tu horario de trabajo? ¿Tal vez trabajar a tiempo parcial? ¿O trabajar de forma más flexible? O trabajar a distancia más a menudo o de forma escalonada para garantizar el equilibrio con tu vida familiar. Obviamente, el punto de partida será y seguirá siendo el diálogo con tu empleador/compañeros de trabajo para que se sientan en sintonía contigo y estén de tu lado durante este periodo.

 

Tu pareja en tu equipo 

 

¿Cómo reaccionas cuando estás a cargo de un proyecto específico en el trabajo? Recurres a los recursos necesarios y evolucionas en equipo, confiando en cada uno de sus miembros, ¿verdad? Lo mismo ocurre en casa. Criar a un hijo y mantener una vida profesional activa es un gran reto diario, y sólo serás más fuerte y capaz de afrontarlo si tu papel está claramente establecido. Tu equipo en casa es tu pareja, tu familia. La responsabilidad compartida y el diálogo constante serán la clave de tu éxito.

 

Inspírate en tus amigos

 

Como se ha mencionado anteriormente, muchos otros ya han pasado por esto,  así que seguro que puedes aprender de su experiencia. Y ¿quién mejor que los amigos que también han sido padres para guiarte?

 

Una misión increíble

 

Como puedes ver, ser padre y llevar una vida profesional es una verdadera aventura que definitivamente vale la pena vivir. Los estudios demuestran que ser un padre implicado desde el primer mes de vida de un niño le ayuda a desarrollarse mejor, en términos de coeficiente intelectual y lenguaje, por ejemplo. Además, el vínculo que construyes con tu pequeño también se ve afectado por el compromiso que muestras durante sus primeros momentos de vida. Un bebé que se siente seguro y cuyas necesidades son satisfechas por su padre desarrollará más fácilmente un sentimiento de apego saludable hacia él.

 

Toda aventura tiene sus altibajos pero está claro que tienes recursos para adaptarte. Y no importa cómo te sientas en ese momento, recuerda por qué estás haciendo esto. Porque al fin y al cabo, ahora tienes una nueva misión: dar a tu hijo un futuro brillante mientras mantienes tu cordura siendo feliz en casa y en el trabajo. ¡Buena suerte!

 

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