Nuestros cerebros están programados para buscar la familiaridad. Las rutinas nos dan una sensación de seguridad, porque cuanto más predecible es una situación, menor es la posibilidad de peligro. Por otro lado, cuando nos enfrentamos a cambios inesperados, nuestros cerebros tienen que hacer un trabajo extra para procesar información nueva y tomar decisiones, lo cual puede aumentar nuestra sensación de estrés.
En el siguiente vídeo, una de nuestras psicólogas de OpenUp, explica los siguientes puntos:
Ahora que hemos explorado qué sucede en nuestros cerebros durante los cambios, veamos cómo reaccionan nuestras emociones. 👇🏾
Aunque todos reaccionamos de manera diferente al cambio, las investigaciones muestran un patrón predecible de emociones llamado la Curva del Cambio, que consta de cinco etapas: shock, resistencia, exploración, aceptación e integración. Avanzar por estas etapas rara vez es lineal: puede ser que te quedes atascado en una etapa y que te cueste llegar a integrar el cambio adecuadamente. No te preocupes, estás en el sitio adecuado para seguir avanzando en este proceso.
A menudo sentimos la presión de adaptarnos rápidamente al cambio, pero recuerda que la adaptación es un proceso, no una carrera. Ser paciente con uno mismo y tomarse tiempo para reflexionar, en lugar de forzar la adaptación, te ayudará a comprenderte mejor y salir fortalecido del cambio.
Piénsalo así: un cambio es una oportunidad para conocer algo nuevo sobre ti mismo. Con ese autoconocimiento te sentirás más cerca de tus valores, prioridades y objetivos, en otras palabras: utilizarás el cambio como una oportunidad de crecimiento.
En el próxima tema, exploraremos cómo puedes cultivar resiliencia para adaptarte mejor al cambio en tiempos difíciles