Renuncia Silenciosa: Qué es y qué Hacer al Respecto

4 Dec ‘22
4 min
Rendimiento laboral
Annemarie Andre
Ein Mann hält einen Aktenkoffer und schaut vorsichtig über seine rechte Schulter.
Hace ya tiempo que para tener éxito en muchos trabajos hay que ir más allá del horario laboral y ascender a base de hacer horas extra sin remuneración. Recientemente, la estrella de TikTok zaidleppelin ha cuestionado esta forma de pensar, generando debate. ¿Es la renuncia silenciosa una forma de dejar el trabajo de manera indirecta o, más bien, una manera de poner límites saludables a nuestra actividad laboral?

 

«El trabajo no es la vida», dice la estrella de TikTok en este vídeo. Esta frase ha tenido una gran repercusión en los medios de comunicación de todo el mundo. Mientras que unas personas ven en esta postura una forma de promover el autocuidado y un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida personal, para otras este comportamiento demuestra pereza y falta de ambición. ¿Qué hay detrás de este debate?

 

La renuncia silenciosa frente a la cultura del ajetreo

 

El término «renuncia silenciosa» no quiere decir que renuncies a tu trabajo directamente, sino que poco a poco vas desvinculándote de la cultura del ajetreo y dejas de ir más allá de lo que es estrictamente necesario.  Haces tus tareas diarias, pero rechazas la idea de que el trabajo es tu vida y de que tu autoestima depende de él.

No obstante, la motivación tras la renuncia silenciosa no es la pereza, como suelen decir sus críticos. Las personas que la practican también pueden obtener buenos resultados, solo que lo hacen durante sus horas de trabajo y no fuera de ellas.

 

Pero, entonces, ¿es imposible que tu trabajo te aporte significado? ¿No puedes disfrutar haciéndolo?

 

Arianna Huffington, fundadora y directora de Thrive, expresa su opinión de esta manera en LinkedIn: «Al renunciar al trabajo, la renuncia silenciosa es como ir renunciando poco a poco a la vida. (…) El trabajo nos puede aportar significado y sentido del propósito. Es parte de una vida plena». 

 

Huffington critica que se haga solo el mínimo necesario, porque la única manera de desarrollarnos y de crecer como personas es esforzándonos todo lo que podamos.

 

 «No hay duda de que debemos rechazar la cultura del ajetreo y la fatiga laboral. Pero rechazarlas no implica renunciar a la posibilidad de encontrar la felicidad en nuestro trabajo, de que nos encante lo que hacemos», continúa.

 

En vez de renunciar, ella sugiere «participar con alegría». Los empleados que no estén motivados deberían buscar trabajos que les resulten más atractivos. Muchas empresas comparten el rechazo de Huffington hacia la renuncia silenciosa. Pero ¿por qué?

 

¿De qué tienen miedo las empresas?

 

La economía está pasando por un mal momento y la inflación está subiendo. A la vez, las empresas tienen miedo de que decaiga la productividad. En los Estados Unidos, la productividad de los empleados ha caído un 2,5 % en todos los sectores, menos en el de la agricultura. Se trata del descenso anual más pronunciado desde 1948.

 

Muchas empresas se plantean qué factores justifican esta falta de productividad e incluso valoran medidas como monitorizar la actividad del teclado de sus empleados. Una de las principales razones de este descenso de la productividad podría ser la pandemia del COVID-19, que ha aumentado las tasas de fatiga laboral en todo el mundo. 

 

En particular, la generación Z está agotada, y ello se debe al mercado laboral actual, que hace que tengan miedo de la situación económica al tiempo que sufren niveles persistentes de estrés. Según un estudio de Deloitte, ese es el motivo de que alrededor del 40 % de esas personas quiera dejar su trabajo en los próximos dos años. 

 

Además, los participantes en el estudio no consideran que el trabajo sea muy relevante, pues la pandemia del COVID-19 les ha hecho reevaluar lo que de verdad importa en la vida.

 

¿Cómo pueden las empresas solucionar este desfase y motivar a sus empleados a largo plazo? El primer paso es entender las expectativas de las futuras generaciones con respecto del mercado laboral.

 

Qué esperan las generaciones futuras

 

Mientras que las generaciones previas se mueven por el lema «trabaja duro y diviértete a tope», los milenials y la generación Z priorizan los empleos que permiten un buen equilibrio entre la vida laboral y personal. Movimientos como la renuncia silenciosa muestran que los empleados ansían poner unos límites saludables a su trabajo. Además, quieren que se remunere lo que hacen, para mitigar sus preocupaciones económicas.  

 

Para las empresas, los debates de este tipo son una oportunidad de cambiar su cultura corporativa, pues solo aquellas compañías capaces de mantener a los empleados interesados a largo plazo conseguirán mantener la productividad y atraer nuevo talento. Los modelos de trabajo flexible, una cultura de empresa inclusiva y el equilibrio entre la vida laboral y personal son las prioridades de las nuevas generaciones.

De ahora en adelante, las empresas tendrán que elevar sus estándares para satisfacer a estas generaciones.

 

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