Cambios Durante el Embarazo y Cómo Gestionarlos

 

1. El primer trimestre

 

En los primeros tres meses, tu cuerpo atraviesa algunos de los cambios más importantes. Esto se debe a la hormona gonadotropina coriónica humana (HCG), una hormona que pone a tu cuerpo en ‘modo embarazo’. Como consecuencia, los ovarios pausan la maduración de nuevos óvulos y el pequeño conjunto de células que van a ir convirtiéndose en tu bebé permanecen en el útero. Desafortunadamente, la hormona HCG también es la culpable de las náuseas matutinas.

 

 

 

🤰🏻¿Qué puedes esperar durante el primer trimestre?

 

• Micción frecuente: Más sangre pasa por tus riñones para llevarse los productos de desecho adicionales. Junto con el útero en crecimiento que puede presionar sobre tu vejiga, esto te hace tener que orinar más a menudo. 

 

• Cambios en el tamaño y/o sensaciones en los senos: Tus senos pueden aumentar de tamaño en poco tiempo y sentirse tensos. De media, los pechos crecen alrededor de una a dos tallas durante el embarazo. Tus glándulas mamarias se preparan para producir leche por lo que tus pezones crecen, lo que le dará a tu bebé más agarre en el pezón. También pueden oscurecerse en color, para que tu piel sea más visible para tu bebé, y ponerse más firmes, para protegerse de la succión durante la lactancia.

 

 

2. El segundo trimestre

 

Durante el segundo trimestre, tu cuerpo crea espacio para tu bebé. Tu vientre sigue creciendo y los niveles de hormonas del embarazo en tu cuerpo siguen aumentando. 

 

 

 

🤰🏽¿Qué puedes esperar durante el segundo trimestre?

 

El aumento de progesterona actúa sobre los músculos, ligamentos y articulaciones, haciéndolos más laxos y flexibles. Se cree que este efecto hormonal es responsable de algunos de los dolores similares a puntadas que algunas mujeres experimentan en la parte inferior del abdomen.

 

Estas mismas hormonas también pueden ser responsables del estreñimiento durante el embarazo, lo cuál puede causar dolor abdominal. Este aflojamiento de tu cuerpo también puede causar molestias, como estreñimiento, varices, retención de líquidos, acidez y dolor pélvico. 

 

Para ayudar a tu cuerpo durante esta transición, come una dieta equilibrada con alimentos ricos en fibra (¡muchas frutas y verduras!), bebe suficientes líquidos, haz ejercicio regularmente y ve al baño inmediatamente si sientes la necesidad. 

 

Los cambios en los vasos sanguíneos también pueden hacer que te sientas caliente más rápidamente, te sonrojes más fácilmente y tengas más flujo vaginal. 

 

 

🩸 Tu volumen de sangre aumenta

 

Como ahora estás compartiendo tu sangre con tu bebé, tu volumen de sangre aumenta en un 40 a 50 por ciento. También acumulas una reserva de antemano para la sangre que pronto perderás durante el parto. Sin embargo, tu recuento de glóbulos rojos sólo aumenta en un 20 a 30 por ciento, diluyendo tu sangre. Como resultado, algunas mujeres pueden desarrollar anemia por dilución. 

 

 

3. El tercer trimestre

 

Tu corazón ahora está bombeando para dos. Por eso, el volumen de sangre que tu corazón bombea a través de tu cuerpo por minuto aumenta en aproximadamente un 40 por ciento. Puedes notar que tu corazón late más fuerte y más rápido (±15 latidos por minuto más). No te preocupes, después de tu parto esto volverá a tu nivel ‘normal’.

 

Durante los últimos meses, la placenta produce una hormona llamada hPL. Esto estimula tu quema de grasa, por lo que obtienes más energía de las grasas, dejando suficientes carbohidratos y proteínas para tu bebé.

 

 

 

🤰¿Qué puedes esperar durante el tercer trimestre?

 

Durante el embarazo, especialmente durante el tercer trimestre, tu cuerpo puede reaccionar de manera diferente a la insulina, una hormona que ayuda a controlar los niveles de azúcar en la sangre.

 

Si ya tenías una sensibilidad reducida a la insulina antes del embarazo, debido a tu estilo de vida o factores genéticos, es importante vigilar este aspecto. 

 

Afortunadamente, la diabetes gestacional suele desaparecer después del parto, pero indica que puedes tener un mayor riesgo de diabetes en el futuro. Es importante ser consciente de ello para que puedas tomar decisiones saludables para ti y tu bebé.

 

El crecimiento de tu vientre puede hacer que camines apoyándote hacia atrás, poniendo una carga extra en tu espalda. Si te pasa esto, prueba los siguientes consejos o visita a un fisioterapeuta:

 

1.  Presta atención a tu postura

 

•Mantente erguida y coloca tus pies a la anchura de las caderas.

•Distribuye tu peso sobre ambos pies. Muévete hacia adelante y hacia atrás unas veces para sentir dónde estás apoyando tu peso.

• Mantén tus rodillas ligeramente dobladas.

• Ahora inclina tu pelvis hacia una posición neutral de la espalda baja.

• Deja que tus brazos cuelguen relajados. Haz círculos con tus hombros.

• Deja caer tus hombros hacia abajo y ligeramente hacia atrás.

 

2. Mantente activa

 

Tu vientre en crecimiento pone más carga en tus músculos de la espalda y estira tus músculos abdominales, creando un desequilibrio. Por eso, cuida tus músculos abdominales, sobre todo durante los dos primeros trimestres, y del suelo pélvico y de la espalda durante el tercer trimestre:

 

•Realiza ejercicios relajantes, como inclinaciones pélvicas en una pelota grande de pilates (hacia adelante y hacia atrás, lateralmente, en círculos).

•Usa zapatos robustos y cómodos.

• Al levantarte de estar acostada, primero hazlo hacia tu lado, luego usa tus manos para empujarte hacia arriba.

• Levanta desde tus rodillas.

 

Un fisioterapeuta especializado en embarazo y/o un entrenador prenatal/postnatal pueden ayudar aún más con ejercicios dirigidos y apropiados para ti.

 

Tu cerebro durante y después del embarazo

 

 

Durante el embarazo, la estructura de tu cerebro cambia, especialmente en áreas con funciones sociales. Se trata de un proceso natural y extraordinario que te prepara para la maternidad. Estos cambios persisten por al menos 2 años después del nacimiento:

 

 

1. Tu inteligencia emocional se fortalece

 

Los escáneres cerebrales muestran que algunas áreas para el procesamiento de emociones cambian, como la amígdala. Por ejemplo, puedes leer las emociones de las caras más rápidamente, detectas mejor el peligro y fortaleces tus sentidos, como tu sentido del olfato. Todo para proteger y conectar mejor con tu bebé.

 

 

2. Dominan las ondas lentas

 

Algunos estudios muestran que el cerebro de las mujeres embarazadas es más propenso a estar en las ondas más lentas (las ondas alfa). Estas son las ondas que se activan cuando estás relajada o soñando despierta. Como consecuencia, puedes experimentar lo siguiente: 

•Puedes sentirte más olvidadiza o tener problemas para concentrarte.

•Te sientes más sensorial y muchas mujeres se sienten más conectadas con sus cuerpos.

• Puedes notar que te expresas más fácilmente con actividades creativas, cómo hacer arte o escribir.

 

Cambios durante el postparto

 

El postparto es el período después de dar a luz (aproximadamente 9 meses). A veces esta fase transcurre sin problemas, y otras veces hay algunos baches en el camino. ¿Por qué es esto?

Estás pasando por uno de los mayores cambios hormonales que puedes experimentar como ser humano. Esto puede hacer que el período de maternidad sea intenso. Especial, pero intenso.

 

👩🏽‍🍼 ¿Qué puedes esperar durante el postparto?

 

Todo tipo de cosas pueden suceder durante este período. Puede que hayas tenido un parto difícil, tengas poco apoyo social o te exijas mucho a ti misma. También puedes haber sufrido ciertas deficiencias nutricionales, ya que muchos nutrientes se transmiten al bebé durante el embarazo y/o la lactancia.

Todos estos factores pueden causar molestias, como fatiga, olvido, sentirte agitada y fácilmente sobreestimulada. 

 

¿Qué puedes hacer?

 

Prioriza el descanso en la medida de lo posible y asegúrate de comer alimentos reconfortantes y nutritivos, además de mantenerte conectada al apoyo social y darte espacio para procesar tus emociones. La transición a la maternidad puede traer todo tipo de sentimientos, así que ábrete a ello y dale la bienvenida a todo como parte del proceso. 

 

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