El Poder Curativo de la Naturaleza: Cómo hacer actividades al aire libre mejora tu bienestar

Si vives en una ciudad, es probable que la estimulación constante y las prisas de los entornos urbanos te dificulten la conexión con la naturaleza. Sin embargo, la investigación científica demuestra que los entornos naturales tienen profundos beneficios para nuestro bienestar físico y mental.
¿Cuál es la relación entre la naturaleza y el bienestar? ¿Y cómo puedes incorporar más naturaleza a tu vida para tener una existencia más feliz y saludable? Veámoslo con más detalle a continuación.
La relación entre la naturaleza y la salud física
1. La naturaleza puede fomentar la actividad física: Tanto si se trata de un paseo tranquilo como de participar en actividades al aire libre como senderismo, natación o ciclismo, estar en la naturaleza nos motiva a mover el cuerpo. De hecho, tal y como lo demuestra este estudio, la actividad física en entornos naturales tiene un mayor impacto en la reducción del riesgo de malestar mental que la actividad física en entornos cerrados.
La actividad física regular no sólo ayuda a mantener un peso saludable y un buen estado cardiovascular, sino que también mejora la fuerza, la flexibilidad y el bienestar físico general.
2. La naturaleza mejora la función inmunitaria: Las investigaciones sobre la práctica japonesa del “baño de bosque” (simplemente estar en presencia de árboles) indican que la exposición a los espacios verdes aumenta la actividad de las “célula NK” (del inglés “natural killer”) y potencia la producción de proteínas antiinflamatorias, lo que conduce a una respuesta inmunitaria más fuerte. Además, pasar tiempo al aire libre también nos expone a la vitamina D de la luz solar, que es esencial para la salud ósea y favorece nuestro sistema inmunitario.
🔎Dato interesante:
El baño de bosque, o pasar tiempo en la naturaleza, se ha convertido en una parte vital de la asistencia sanitaria preventiva en Japón. Los resultados de estudios japoneses han demostrado que los baños de bosque mejoran la calidad del sueño, el estado de ánimo, la capacidad de concentración y los niveles de estrés.